Alguien escribió Nostalgia

El Slavador (Lugar de la Cabaña) Febrero 2011

 

Para las cipotas catrachas

Nostalgia

Hacía ya algunos meses que nos habíamos despedido, quién sabe si para siempre. Pero aquella mañana de noviembre, justo cuando despertó pudo leer en su iPhone “Nostalgia”. No pudo evitar que una mezcla de sentimientos le invadieran. Sentía satisfacción por el trabajo bien hecho, pero también sentía tristeza por el recuerdo de los buenos momentos que pasó trabajando, en las peores circunstancias en las que nunca había estado. Tan solo unos días antes Mirna le había enviado un email preguntándole cómo le iba la vida. -La vida me va muy bien- pensó. Tal vez gracias a todas las experiencia que ha pasado y a la gente que ha tenido la suerte de conocer. El equipo había sido uno de los mejores y lo demostraban cada día con una actitud envidiable; él sabía que todas llegarían lejos con esa escuela y confiaba en haber dejado en ellas algo que les pudiera ser útil en el futuro por el tiempo que pudo trabajar allí.

Aprender

“No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió” dice el poeta. Tal vez por eso, mis queridas catrachas, si tengo que elegir entre la sonrisa y la añoranza que siento cada vez que recibo un email vuestro, me quedo con la sonrisa. Después de todo, cada experiencia vivida es un elemento alquímico que nos convierte en lo que somos; por eso trato de afrontar cada experiencia con un sentimiento de gratitud y curiosidad.

Pero hay momentos en que es difícil no sentir nostalgia. Decía Homero: "Nada hay tan dulce como la patria y los padres propios, aunque uno tenga en tierra extraña y lejana la mansión más opulenta" ; una lección que aprendí bien y que veo como otros cercanos a mí se la están estudiando ahora. Pero ¿es bueno sentir nostalgia? En palabras poéticas de Milan Kundela "El crepúsculo de la desaparición lo baña todo con la magia de la nostalgia". Es cierto que la tristeza del recuerdo lo cubre todo con más facilidad que la alegría de la gratitud, pero es en ese momento, en el que somos capaces de sentir una profunda gratitud por lo que tenemos y por lo que tuvimos, el momento en el que la alquimia presenta sus mejores resultados. Por tanto recordar buenas experiencias pasadas, como personas con  las que tuvimos la suerte de coincidir deberían evocarnos ese sentimiento. Tal vez la tristeza sólo es lícita cuando recordamos lo que no llegó a suceder;  por tanto es necesario arriesgar, hacer que las cosas sucedan y recordarlas con gratitud una vez han sucedido, entendiendo cómo nos ayudaron a transformarnos en lo que somos.

Vivir

Finalmente contestó los emails y tuvo la completa seguridad de que se volverían a ver. Tal vez sería de nuevo en las Glorias, rellenando la pecera de las prioridades cómo hicieron la última vez, de las cosas que realmente son importantes: las personas.