Un golpe de suerte

Gatos de la Suerte Hong Kong 2009
Para una aldea zamorana

El día de la suerte

La suerte se nos presenta desenfocada en más de una ocasión. La carnicería estaba a reventar, todo el mundo estaba haciendo las  compras para la cena de Navidad; éste sería un buen año. Desde hacía tiempo sus dueños traían la mejor carne y preparaban embutidos de primera calidad con un gusto excepcional para disfrute de los paisanos. Están a punto de cantar el Premio Gordo y esta vez caerá en este pequeño pueblo de Zamora. El lotero había ido entregando los décimos uno a uno incluso la noche de antes; como habría hecho el mismo Santa Claus, había deslizado unos cuantos décimos debajo de la puerta de algunos vecinos esperando poder cobrarlos al día siguiente. Era el sueño de todos, hecho realidad; de la noche a la mañana muchos de los que allí vivían se convirtieron en millonarios casi por arte de magia. La carnicería se cerró a los pocos días y todos especulaban sobre la cantidad de décimos que jugaban sus dueños.

El castigo

Sin embargo, como decía Meryl Streep en Memorias de África: “Cuando los dioses quieren castigarnos, hacen que se cumplan nuestros deseos”; también los musulmanes rezan: “Señor gracias por no concederme lo que te pido”. Y algo de razón deben de tener si consideramos que según varios estudios entre un 85% y un 90% de las personas que son agraciadas con un premio de lotería caen en la ruina en los siguientes cinco años; en muchas ocasiones en una situación financiera peor de la que tenían antes de que les tocara el premio. Es entonces cuando el sueño termina convertido en pesadilla. Según parece gastamos con más alegría el dinero que nos llega de forma fortuita y por lo general no solemos hacer buenas inversiones cuando no estamos acostumbrados a ello. Es por eso que muchos declaran sufrir lo que se ha dado en llamar el estrés  del nuevo rico. Por lo general se suelen dedicar importantes cantidades de dinero a gastos en lugar de inversiones y en el caso de éstas últimas los premiados no suelen recibir los mejores consejos. Está demostrado que hay pocos premios que pueden retirarnos de la vida que llevamos a pesar de la importante cuantía que puedan suponer. Es el caso de aquél que acabada de recibir un premio multimillonario y al ser preguntado sobre en qué lo gastaría contestó, en pagar a algunos deudores; le volvieron a insistir preguntándole por el resto a lo que él contestó: el resto que espere a que me toque otra vez. 

El día a día

Decía Woody Allen que si bien es verdad que el dinero no da la felicidad, lo cierto es que provoca una sensación tan parecida que hay que ser un verdadero experto para notar la diferencia. Según declaran muchos entendidos la auténtica lotería sería tener un trabajo con el que se disfrutara y se pudiera vivir de ello sin que suponga un sacrificio o una renuncia para hacer las cosas que nos gusta con nuestra vida. No sé si porque descubrieron esa realidad o tal vez porque, como indican las estadísticas, terminaron por arruinarse, el caso es que pasados un par de años los dueños de la carnicería volvieron a abrirla y hoy se pueden comprar allí los mejores embutidos caseros de toda Castilla. Doy fe.

Y como los maños no tienen nada que envidiar a los castellanos, aquí va lo que sucedió en un pequeño pueblo zaragozano de lo que nunca pude estar seguro.


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