La Felicidad o el salario del siglo XXI
Días de crisis
La crisis se intaló en nuestras vidas casi a traición. Igual que una tormenta que nos sorprende a finales de verano y que parece no tener fin. Hoy en día la crisis no deja de ser un gran negocio: cadenas de comida rápida, gestores de cobro, escritores, consultores, etc. están haciendo su agosto. Con lo que se demuestra que lo importante no es lo que pase, sino la postura que uno toma frente a lo que pasa.
Las personas desempleadas hoy en día, buscan una oportunidad laboral, un salario digno que les permita pagar la hipoteca, educar a sus hijos y vivir cerca de su entorno familiar. En definitiva ser felices. Por su parte los directivos y ejecutivos con salarios abultados buscan tiempo y equilibrio profesional y personal para ser felices. En ambos casos podemos tener ejemplos de trabajadores y directivos felices y otros que no lo son. Por lo tanto, podríamos pensar que el coeficiente de felicidad no está relacionado con la posición que se ocupa en el trabajo.
Vida ociosa ¿Un Mundo Feliz?
Si la felicidad es tan importante es nuestra responsabilidad definirla y buscarla. En este punto recomiendo la lectura de “El Laberinto de la Felicidad” de Alex Rovira como ejercicio mental interesante. Podríamos pensar que la felicidad es el equivalente a una vida ociosa. Sin embargo parece ser que no es así. Según varias teorías, las personas necesitamos hacer cosas de las que sentirnos orgullosos, y tener control sobre aquello que hacemos para dar un sentido a nuestra existencia. Una vez, hablando con uno de los vendedores poco motivados que tenía a mi cargo le pregunté qué haría si le tocara a la lotería cincuenta millones de euros. Él me comentó que no haría nada, se dedicaría a disfrutar y punto. Entonces le dije que me relatara como serían esos días maravillosos. Él me dijo que se iba a pasar toda la vida jugando al golf. Finalmente yo le propuse por qué no se hacía profesor de golf.
Por otra parte, si miras la lista de los principales millonarios que hay hoy en día en el mundo, no hay ninguno que lleve una vida ociosa. Es más, los millonarios que llevan vidas ociosas son las personas más proclives a caer en cuadros depresivos, incomprensible para el resto de los mortales.
Una necesidad global en un mundo global
Cuando hablamos de necesidades es necesario citar a Maslow y su famosa “pirámide de necesidades” Parece que hoy en día sigue tan vigente como cuando fue escrita en el siglo pasado. Desde el punto de vista laboral, las relaciones contractuales más eficaces para las empresas parece que podrían ser aquellas que consideran la remuneración como un paquete global y complejo que encierra elementos cualitativos que cuantitativos que en definitiva nos permita ser felices. Eso, que podría ser una realidad en los cuadros directivos de algunas compañías innovadoras, es muy probable que se imponga como cultura de empresarial en toda su plantilla.
Por tanto yo propondría no dividir la pirámide en diferentes tipos de necesidades, sino contemplarla como una unidad con diferentes aspectos, donde todos son necesarios e interdependientes. Tan solo los animales estarían satisfechos con sus necesidades primarias, por tanto la autorrealización personal debería ser patrimonio universal. En definitiva todos tenemos la necesidad global de ser felices.
Carrera personal frente a carrera profesional
La carrera profesional no existe. Esa es mi principal conclusión después de llevar más de quince años progresando profesionalmente. Podríamos pensar que una se somete a la otra, y tampoco es cierto. Solo existe la carrera personal, y en función de ella tienes que decidir el camino que estás dispuesto a recorrer, entendiendo los costes y las renuncias de cada uno. Pero lo más importante de todo es lo que las compañías llaman la “Visión” Pues toda carrera nos lleva a algún lugar, y por tanto hay que estar seguros que el lugar al que queremos llegar es el lugar hacia el que corremos, profesional y personalmente.
La Felicidad como salario del siglo XXI
La felicidad en sí misma es un tema complejo que implica todos los aspectos de nuestra vida. Por tanto cualquier simplificación dejará aspectos críticos sin tener en cuenta. Podemos analizarla desde el punto de vista de nuestros valores, y la generosidad con la que nos relacionamos con los demás. Podríamos también hacer un montón de listas y entrar en muchos debates tratando de definir lo que sería un “Salario Feliz”. En definitiva doy aquí unas pequeñas recomendaciones muy básicas con el único fin de servir como reflexión.
Un salario feliz podría incluir, entre otros aspectos:
1. Un trabajo que te apasione.
2. Una remuneración acorde con tu productividad.
3. Tiempo para compartir con tu familia y tus amigos.
4. Un gimnasio para conservar tu posesión más valiosa.
5. Oportunidad para aprender.
6. La suerte de enseñar.
Para terminar os dejo un vídeo colgado en Youtube de una conferencia que Emilio Duró da a responsables de riesgos del Banco de Santander. Lo que más sorprende de Emilio es la coherencia que establece entre lo que dice y como lo dice. Es capaz de contagiar su entusiasmo incluso a través de Youtube, por lo que el vídeo de veinte minutos de duración es del todo recomendable.


Gracias Jesús, es bueno saber que a veces nos hacemos la vida difícil para conseguir aquello más simple, y que lo tenemos frente a nosotros cada día.
ResponderEliminarEl video impresionante, y destacar el tema que si hay empresas que focalizan su esfuerzo a “motivar al los burros” tal como dice Emilio Duró, por algo será; nuestro objetivo en la vida debe ser escuchar nuestro corazón y tirar para adelante.
Ejemplo simple de como ser feliz, consigue un abrazo… no es broma, son gratis: http://www.youtube.com/watch?v=vr3x_RRJdd4&feature=player_embedded